martes, 22 de enero de 2013

Parte 9. Los origenes de Abelardo






       Me han preguntado muchas veces de donde soy, y mi respuesta  es la misma siempre, yo soy del camino,  soy de las tardes donde el viento mueve mis antenas mientras el sol se esconde tras el horizonte, soy de una noche llena de luciérnagas volando tras la luna.

Sin embargo, en mi corazón siempre guardo la tierra que me vio nacer, ese terruño que se encuentra al sur del norte, allá donde el desierto besa al mar, de donde hay mucho calor, mucha tierra, pero sobre todo, mucha gente de gran corazón.

Recuerdo muy bien esas madrugadas de un calor intenso, como todos los grillos adultos tomaban las calles haciendo pasar como si fueran un asfalto movedizo.

Fue en esa tierra donde siendo yo muy pequeño vi a un grillo volar, donde supe que yo también lo podría hacer, algún día, ya que me pusiera en contacto con mis alas.

Mi crecimiento como grillo fue acompañado de muchos grillos que compartíamos un mismo sueño, que nos reuníamos algunas tardes a cantar y bailar, como si nada más importara. La principal lección la aprendí en esos tiempos, una muy sencilla pero a su vez profunda, “Ser lo que uno es”, que nuestras palabras, nuestros pensamientos y nuestra acciones sean siempre  notas de una misma canción, canción que hablará de quienes somos. 

 En nuestra comunidad sabíamos que la mayoría de nosotros emigraría, algunos por la región, otros como yo, mucho mas lejos, y así, cuando los grillos llegaban a la edad de prepararse para la vida, se alejaban por largas temporadas, y en los días de fiesta regresaban y todos se alegraban al rededor de ellos, porque sabíamos que tal vez para la siguiente fiesta ya no iban a volver.

Cuando recuerdo esa villa lo hago siempre con mucha nostalgia, esa nostalgia de haber dejado algo de ti, y a cambio haber tomado algo de todos contigo. Dichoso los lugares que su principal atracción son las personas que viven allí, porque esos son los lugares que nunca olvidaremos..


2 comentarios:

  1. Siempre te esperamos aquí al sur del norte donde también tienes tu hogar

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  2. Me encantó. "La principal lección la aprendí en esos tiempos, una muy sencilla pero a su vez profunda, “Ser lo que uno es”

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